Archivo de la etiqueta: humor madres

Se ha caído WhatsApp

¿Se ha caído WhatsApp? ¡Mátame, camión!

Se ha caído WhatsApp y siento que toda mi vida se desmorona. Al principio pensaba que era problema mío. Así que después de cerrar la aplicación, reiniciar el teléfono, resetear el wifi, quitar los datos, poner los datos, reinstalar WhatsApp, dejar el teléfono en valores de fábrica, llamar a mi compañía, ponerles verdes en foros y cambiar de operador… se me ha ocurrido preguntar a Amiwiki, la amiga que lo sabe todo. Y ella me ha dicho que es que estaba caído. Palabra de Twitter.

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gente tóxica

Gente tóxica en el País de la Maternidad

Flipo con esas madres que se dedican a desanimar a las embarazadas primerizas. “Ay, ¿estás embarazada?, qué bien. Pues nada, aprovecha para dormir ahora, porque no vas a volver a pegar ojo en los próximos 35 años”, o “¿Y te quejas de las náuseas? Eso no es nada, querida, verás cuando se te pongan los tobillos como patas de elefante”, y también: “Sí, lo ves muy mono porque no es tuyo, ¡verás cuando lo tengas pegado 24 horas”. ¡Uffff! Eso sí que es gente tóxica, y no la ex de mi ex.

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operación retorno

Operación retorno: ¡mil veces peor que el camino a Mordor!

Se acerca uno de los eventos más terroríficos del año… ¡La operación retorno! Yo no sé a quién se le ocurrió eso de que el día más triste del año es el tercer lunes de enero; lo del Blue Monday, digo. ¡El día más triste del año es el domingo que vuelves de vacaciones! ¿Y por qué azul, que es el color del cielo, del mar, de los arándanos… ¡La tristeza es gris! ¡O marrón caca, si me apuras! Grey Sunday: el día más triste del año.

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vuelta al cole 2020

Coronavuelta al cole: material “escolar” en la nueva normalidad

Mamá, ¿tú a qué le tienes miedo?, me preguntó el otro día María, mi hija mediana. “A la vuelta al cole 2020”, respondió mi mente, de forma automática. Porque sí, amigas, la verdad es que llevo ya unos cuantos días con pesadillas, solo de pensar que se nos vuelve a venir encima el numerito de los teledeberes. Los telediarios dicen que el cole empezará la segunda semana de septiembre, Coronavirus mediante. ¡Y yo no me fío ni un pelo!

Ya se sabe lo que dicen: que “madre precavida vale por dos”, así que, por si acaso, en vez de material escolar, me he hecho con varios “imprescindibles para la vuelta al cole 2020”. Así, en caso de que vuelvan a nombrarnos a los padres profesores titulares, el apocalipsis no me pillará desprevenida.

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La caca de tu hijo

La caca de tu hijo sigue siendo caca, ¡no nos engañemos!

AVISO: El siguiente post puede herir la sensibilidad.

Hoy voy a hablar de caca. Avisados estáis. Ah, pero no, tranquilos. Voy a hablar de la caca de tu hijo, ¡esa no da asco! ¿Que no da asco? Empecemos por el principio: “la primera caquita”, la llaman. Qué finos. ¡Qué eufemismo! ¿Ca-qui-ta? Perdona, al lado de esto, el chapapote del Prestige es agua pura de manantial. ¡No hay más que pensar en el nombre que tiene! Meconio. Que rima con demonio, con manicomio, con “¡pero qué c*ñ*!”, pues ahí está tu madre: “anda, quita, hija, que es que eres de un asquerosito… ¡si es de tu niño!” ¿Asquerosito? ¡Pero si es que ESO no puede ser de este mundo! ¡Mi HIJO no puede ser de este mundo!

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Los vampiros existen: son padres que tienen mucho sueño

¿Hay algo peor que un niño llorando toda la noche? ¡Pues sí! El tipo del “soplahojas” por las mañanas. Que llevas toda la noche sin pegar ojo (más ahora, con el calor) y cuando por fin impera la calma y el fresquito del amanecer empieza a entrar por la ventana… ¡Te despiertas dentro de lo que te parece un aspirador gigante! ¡Pero bueno, por favor! ¿De verdad hay que soplar hojas a las 8 de la mañana? ¿Qué pasa? ¿Que si esperas a las 10 ya no se puede? “Anda, pues venía a soplar hojas, pero no hay ninguna”, “Sí, es que ya se han ido a desayunar, ¡que no son horas!”

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La etapa de “los por qué”

La etapa de “los por qué” te convalida cinco carreras y un máster en Paciencia

Toda madre debe “sufrir” a etapa de “los por qué” cuando su hijo tiene entre dos y cuatro años. Nadie sabe cómo se produce este cambio: un día son bolitas rollizas que no saben articular palabra, y al siguiente se han convertido en diminutos periodistas preguntones con una ávida necesidad de conocer todos los porqués del mundo. ¿Y a quién interrogan? A los papás, claro. Yo creo que, con eso de que son nativos digitales, nos ven como una especie de Google de carne y hueso. ¡Y su curiosidad no tiene fin! 

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madre en cuarentena

Ser madre en cuarentena IV: el desfase de las fases

¿Te imaginas ser el amigo número once en la primera barbacoa con amigos de la Fase 1 de desescalada? ¡Ostras! No habías pensado en eso, ¿eh? ¡Pues yo sí! Menudo disgusto si eres tú al que no invitan. ¡Eso sí que van a ser auténticas reuniones clandestinas! “Chicos, no subáis fotos a redes sociales, a ver si se va a enterar Olivia de que no la hemos invitado”. ¡Tengo pesadillas con eso! Aunque, en realidad, a mí lo mismo me da, porque como en casa somos un pack de 5, ya tengo asumido que me quedo fuera de cualquier fiesta. Ser madre en cuarentena es no pasar de fase.

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ser madre en cuarentena

Ser madre en cuarentena (III): Hablándole a mi yo del pasado

Ser madre en cuarentena te obliga a desdoblarte, como poco. Si hay una verdad absoluta en todo esto de la cuarentena es que no es lo mismo el confinamiento con hijos que sin hijos. ¡Dónde va a parar! El otro día le preguntaba a una amiga que qué tal: “¡Aquí, teletrabajo y Netflix, hija, qué desesperación!” Me dice, la tía, sin cortarse ni un pelo. ¡Desesperación, la mía! ¡Que si consigo dormir cinco horas es porque se me ha aparecido la Virgen! Sin embargo, todavía las hay que están peor: ¡Las madres solteras! Bueno, no todas… Amiwiki, esa amiga mía que sabe más que Wikipedia, se lo ha montado fenomenal. Ayer mismo la llamé por teléfono, que no sabía nada de ella desde que empezó esto del arresto domiciliario. 

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teledeberes

Ser madre en cuarentena (II): Teledeberes 

Ser madre nunca es fácil, pero ser madre en cuarentena ya es la risa. Hoy quisiera tratar el tema de los teledeberes. ¡Venga hombre! El primer día enviaron cosas para imprimir ¡Quién demonios tiene ya impresora en casa! ¡Las cosas se imprimen en el trabajo, de toda la vida! Que esté teletrabajando no quiere decir que tenga te-le-im-pre-so-ra. ¡A ver si nos enteramos! El segundo, mandaron una web educativa. Muy bonito todo… ¡si no fuera porque requería Flash Player! ¿Me vacilas? ¿Desde cuando no renuevas contenidos, desde el Efecto 2000? Lo de las manualidades ya alcanzó un nivel superior, ¿fue sólo a mí o a todos os mandaban trabajos manuales con turulos de papel higiénico? ¡En plena crisis del papel higiénico! ¡Mi marido y yo no podíamos de la risa! (Ahora que lo pienso, quizá las manualidades del cole fueran la razón del desabastecimiento). 

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