Hola, soy Olivia. Y punto. Soy una madre de carne y hueso. Lo digo porque, últimamente, parecen proliferar las madres robot. Quizá las conozcáis como “súper madres” y son todo un referente en su género. Sobre todo en redes sociales. No son muchas, pero están bien organizadas y saben cómo tocar la tecla que hace que una madre mortal, como yo, a veces sienta que no está haciendo las cosas todo lo bien que pueden hacerse. ¿También os pasa?
Las súper madres siempre lo hacen todo perfectamente, lo tienen todo bajo control, su casa es un anuncio, son exitosas en su trabajo y conocen absolutamente todos los beneficios para sus hijos (y los ponen en práctica). Son psicólogas, nutricionistas, educadoras, artistas, médicos… ¡y hasta filósofas!.. La verdad, no entiendo cómo hacen hueco en su cabeza de madres para ordenar pensamientos profundos… ¡Mi mente es un torbellino! Un mecanismo convulso que trata de priorizar tareas rutinarias y cuadrarlas en una agenda tan intangible como volátil (Sí, amigas, un hijo nos convierte en las reinas de la improvisación).
Así es mi amiga Vicky, una súper madre que de todo sabe. La llamamos “Amiwiki”, por Wikipedia. Cuando se lo decimos, ella hace como que se molesta; pero en el fondo sabemos que este mote le hincha el ego. “Amiwiki” lo mismo te habla de los trucos para hacer croquetas que de astrofísica (si eso tiene que ver con su condición de súper madre). No sé si tendrá o no razón en todo lo que dice, pero habla siempre tan convencida que cuesta no hacerle caso. He de reconocer, aunque me dé un poquito de rabia, algunas cosas de las que cuenta tienen bastante sentido, así que en este blog para madres reflejaré gran parte de sus enseñanzas, esas que, día tras día, me transmite mientras esperamos que salgan los niños en la puerta del colegio. ¡Mi máster de acera, lo llamo yo!
Afortunadamente “Amiwiki” no es así, pero hay un género de súper madres que siempre están súper estupendas, como recién salidas de un súper concurso de belleza de esos estadounidenses, con sus relucientes bucles en el pelo, su brillante piel recién exfoliada; sus uñas, como de porcelana, esculpidas sobre unos dedos sin cutículas… Y sus ropas… ¡a la moda y recién planchadas! Por eso sospecho que puedan ser un robot, ¡tanta perfección no es humana! Yo luzco una melena bien tipo cardado ochentero, bien recién lamida por una vaca; huelo a guiso de pollo, me corto las uñas con los dientes entre “no quiero” y “no quiero” de mis hijos, gasto una barra de corrector de ojeras a la semana y tengo pelos en las piernas (más bien creo que soy una madre de carne y pelo).
Tengo tres hijos: Emma, de seis años; María, de cinco y David, de uno. Todos llegaron a este mundo con una buena dosis de realidad debajo del brazo. Quienes creíais que los niños venían con manual de instrucciones ya os habéis dado cuenta de lo ingenuas que erais. Tal vez alguna pensara, incluso, que vienen con garantía, por si tienen orejas de soplillo. O, es más, que si no te convencen te devuelven el dinero (en este caso, el cuerpo que tenías antes del embarazo). La realidad es otra, pero no desesperéis: esta etapa se pasa, aproximadamente, en unos 20 años. Luego seréis libres para ir a jugar a la brisca o practicar bailes de salón en el Centro de jubilados. Tranquilas, nadie ha visto a una súper madre en un club de ancianos.
¿Cómo lo harán esas madres robot? ¿Será que han hecho un pacto con el diablo? No sé. Yo pretendo ser más realista, más mundana.Este es el cuaderno de bitácora de un barco que zozobra, pero que siempre llega a puerto, el blog para madres reales escrito por una madre real y realista. Hablaré de todas esas cosas que, como madres, nos preocupan, nos inquietan, nos enternecen, nos divierten o nos desquician, siempre desde una perspectiva humana, práctica y desdramatizada. No quiero ser una súper madre. No quiero. Porque aunque falle, aunque me equivoque una y mil veces, me enfade o me desquicie… para mis hijos siempre seré su súper mamá.
¿Tú también eres una súper mamá para tus hijos? Entonces ya formas parte de este viaje. ¡Bienvenida a bordo!
¿No tienes tiempo para leer nuestro blog para madres reales? ¡No te preocupes! Puedes escuchar este contenido en podcast mientras haces la cena, por ejemplo.
Hola , conocí la maternidad a los 37 años, y mi pequeño Biel es un niño de tres años, súper cariñoso, y buen nene pero es un terremoto, activo, y con carácter fuerte, y claro los niños asín molestan porque todo el mundo quiere niños tranquilos y obedientes, además de que me critican porque no lo controlo, no estoy encima de él. Yo he sido hija de una madre controladora, que no me dejaba a sol y asombra y eso no quiero para mi hijo, no creo que la sobreprotección a los hijos sea buena, creo que tienen que aprender ellos solos a entablar relaciones con otros niños, tienen que entender lo que hacen, las cosas no son porque lo digo yo, yo quiero enseñarle a tener criterio propio, quiero que sea independiente. Me siento una madre mal vista porque no soy protectora y porque dejo que mi hijo se espabile. Si le pegan espero a que él lo resuelva, y cuando veo que la cosa va a más es cuando intervengo.
Hola Montse, gracias por tu comentario. Como decía Aristóteles, en el justo medio está la virtud. Cada uno educa a sus hijos como mejor considera, y no cabe duda de que está pensando en su bienestar. No debes guiarte por lo que digan otras personas, cada cual tiene su opinión y su criterio, pero si en algún momento tienes dudas, nuestra recomendación más sensata es que consultes con un pedagogo que te pueda guiar desde un punto de vista profesional. Un saludo.
Hola!! soy mama soltera, de 38 años, mi peque ya tiene 2 añitos y es lo mas travieso que yo haya conocido en mi vida, juro que creí saber como manejarlo, pero ya supero todas mis estrategias que usaba de( mama-tía) , decidí ir observando su comportamiento para poder aprender de él y así buscar la forma de controlarlo, tiene su carácter bien marcado, es muy curioso, me gusta que explore el mundo a atreves de su propio interés, le cuestan mucho los NO, lo que me resulta mucho en sus berrinches es abrazarlo, darle besos (para calmarlo) y consultarle que le ocurre y recién ahí le explico el por que no o lo que fuere que ocurre .. mi madre dice que soy muy flexible que hay que marcarle mas los limites, pero no me gusta ser autoritaria y note que responde mejor cuando le digo “hay alguien que ayude a mama a juntar ” a cuando le doy la orden. es muy difícil, cuando no funciona los consejos que te dan y hasta a veces es frustrante, pero no deja de ser maravilloso aprender con ellos ..
Gracias por tu comentario, Alejandra. Ser mamá no es fácil, y menos ser mamá soltera. Seguro que lo estás haciendo fenomenal. Un saludo.
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