Mitología romana para niños: El mito de Narciso

mitología romana para niños

¿Buscas mitología romana para niños? Aquí te dejamos nuestra versión de «El mito de Narciso», una adaptación para que los más pequeños conozcan esta leyenda, despojada de la crudeza que es inherente a la mitología clásica. Encontrarás el texto más abajo. Pero antes…

Audiocuento «El mito de Narciso»

¡Si lo prefieres, este famoso episodio de mitología romana para niños se lo contamos nosotros!

Música: CC 0 Ambient E Singing Bells, por Frank Nora; Forest Night (Phase Shift) y Dragon Dance, por Rafael Krux.

Pero si eres más de leerle cuentos a tu peque con tu propia voz, te dejamos el texto a continuación. Y, si lo deseas, puedes poner esta musiquita de fondo para darle más ambiente.

Mitología romana para niños: El mito de Narciso

Narciso era hijo del dios Cefiso y de la ninfa Liríope. Cuando nació, sus padres consultaron a Tiresias, el adivino, con el fin de conocer su destino. El adivino les dijo que Narciso viviría una larga vida y llegaría a viejo siempre y cuando nunca se contemplara a sí mismo.

Narciso creció y se convirtió en un joven de extraordinaria belleza. Era tan apuesto que muchas ninfas se enamoraban de él. Pero Narciso sentía un total desprecio por el amor y a todas las rechazaba. Entre ellas a Eco, una ninfa de bella voz que acabó encerrándose en una cueva al no poder soportar tanta tristeza.

Precisamente fue este rechazo a Eco lo que provocó la ira de Némesis, la diosa de la venganza. Némesis urdió un plan y, un día, mientras Narciso se encontraba cazando en el bosque, le engañó para que se acercara hasta el borde de un arroyo de aguas cristalinas.

Al inclinarse sobre el agua, Narciso se vio reflejado en la superficie. Lo que vio fue un joven de tal belleza que quedó obnubilado. No podía dejar de mirarse, no podía dejar de contemplar esa bella imagen en agua, hasta el punto de que el joven Narciso, incapaz de amar a ninguna muchacha, se enamoró de sí mismo sin darse cuenta de que era él.

Pero su imagen no le correspondía en el amor y cuanto más se contemplaba, más triste se ponía. Así fue hasta que, de tanto mirarse en el reflejo del agua, Narciso cayó al río y se ahogó. Dicen que en ese mismo lugar pronto creció una flor de gran belleza, la flor que hoy lleva su mismo nombre: narciso.

Curiosidades sobre Narciso

El mito de Narciso se cuenta de varias maneras. La que acabas de leer o escuchar es la versión romana. Fue escrita por el poeta Ovidio y está considerada como “la versión clásica”. Sin embargo, muchos años antes de que Ovidio la escribiera, los griegos tenían su propia versión del mito, donde Narciso rechaza al joven Aminias. 

En otras versiones se dice que el delirio de Narciso le acompañó hasta el inframundo, donde está condenado por toda la eternidad a contemplar su reflejo en las aguas de la laguna Estigia. ¡Que dramáticos eran los antiguos! 

Se cree que el mito de Narciso es una historia moralizante dirigida a los jóvenes griegos de la época. Tan importante es este mito que ha dado nombre al “narcisismo”. Las personas narcisistas sólo sienten amor hacia ellos mismos, por lo que les resulta muy difícil valorar a otras personas.

El narciso es una flor muy bonita, generalmente solitaria, que crece en primavera o en otoño y simboliza el amor no correspondido. La mayoría de sus especies son de origen mediterráneo y la más conocida es la que tiene pétalos blancos y una especie de campanilla amarilla en el centro. 

Mitología romana para niños… y griega

Esperamos que a tu peque le haya gustado este mito, uno de los más adecuados para recrear la mitología romana para niños. Te animamos a descubrir otros mitos, como el mito griego de Eco, en nuestra página de cuentos infantiles para leer. ¡Echa un vistazo!