Muchos papás y mamás buscan un cuento de Caperucita Roja diferente al original, un cuento reinventado, gratis y divertido con el que sorprender a los niños, partiendo de la base del cuento clásico, de sobra conocido por los pequeños. Es, precisamente, el hecho de romper con el cuento clásico lo que les cautiva, pues al conocer la historia original, el factor sorpresa que favorece la reinvención hace que los niños se diviertan y rían a carcajadas.
Si quieres que tu peque pase un buen rato, te recomendamos “Caperucita Rebelde”, la versión del Cuento de Caperucita roja más divertida. ¡Y si lo prefieres, este cuento de Caperucita Roja diferente para leer o representar, se lo contamos nosotros! Un audiocuento de Caperucita Roja como ningún otro que hayas escuchado, ¡palabra!.
Audiocuento “Caperucita Rebelde”
Música: CC 0 Morning Mood (Gynt Suite n°1), de Edvard Grieg.
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Pero eso no es todo. Caperucita Rebelde se puede representar en familia porque te dejamos el guión teatralizado. Y puedes ponerle de fondo esta música para darle más ambiente. ¡Atrévete con este cuento de Caperucita Roja con un final diferente e inesperado!
Cuento de Caperucita Roja diferente: Caperucita Rebelde
NARRADOR: Érase una vez una preciosa niña que siempre llevaba una capa roja con capucha para protegerse del frío. Por eso, todo el mundo la llamaba Caperucita Roja.
CAPERUCITA: Vale, para, para, para. Yo creo que ya está bien, ¿no?
NARRADOR: Pero, ¿Quién es? ¿Quién habla?
CAPERUCITA: ¿Quién va a ser? Soy yo, Caperucita. ¡Llevas más de 350 años contando esta historia, ¿ y ahora vas a decirme que no me reconoces?!
NARRADOR: Ah, sí… pues… perdona, es que yo…
CAPERUCITA: ¡Tú, nada! Estoy un poco harta ya de este cuento. Para empezar, ¿Qué es eso de “Caperucita”, eso no es un nombre. ¡Me llamo Antonia!
NARRADOR: Ah, Antonia, vale, bueno…
NARRADOR: Érase una vez una preciosa niña que siempre llevaba una capa roja con capucha para protegerse del frío. Por eso, todo el mundo la llamaba… Antonia.
NARRADOR: Oye, perdona, pero es que esto no pega.
CAPERUCITA: ¿El qué no pega?
NARRADOR: Pues lo de llamarse Antonia por llevar una caperuza roja.
CAPERUCITA: ¡Esa es otra! Las capas con capucha hace mucho tiempo que pasaron de moda. Prefiero… ¡Un jersey de Hello Kitty!
NARRADOR: No sé yo si eso no me estropea un poco el cuento…
CAPERUCITA: ¿Que te estropea el cuento? ¡PER-DO-NA! Llevo unos cuantos siglos haciendo todo lo que tú dices. A partir de ahora mando yo. Que vaya lata con el lobo para arriba y para abajo…
NARRADOR: Está bien, está bien. Probemos…
NARRADOR: Érase una vez una preciosa niña que siempre llevaba un jersey de Hello Kitty para protegerse del frío. Por eso, todo el mundo la llamaba… Antonia Kitty.
NARRADOR: ¿Así?
CAPERUCITA: Aham…
NARRADOR: Antonia vivía en una casita cerca del bosque. Un día, su mamá le pidió que le llevara a su abuela una cesta con dulces y un tarrito de miel, porque la anciana estaba enferma y vivía sola al otro lado del bosque…
CAPERUCITA: Vale, para, para. Para, otra vez. Eso de mi abuela enferma no me mola nada, ¿sabes? ¡Nos tienes todo el día preocupados con este tema! Y, ahora que lo pienso, ¿Estás diciendo que vaya a visitar a mi abuelita?
NARRADOR: Pues… sí
CAPERUCITA: ¿En serio? ¿Pero no sabes que hay coronavirus y no me puedo acercar a mi abuelita?
NARRADOR: Ah, pues es que eso no lo había pensado, claro…
CAPERUCITA: ¡Si es que no piensas! Sólo repites el mismo cuento, una y otra vez, como una letanía.
NARRADOR: ¿Y si le dejas la cestita en la puerta?
CAPERUCITA: Hmmm… vale. Así me da tiempo luego a hacer unos recados PRI-VA-DOS que tengo que hacer.
NARRADOR: Un día, su mamá le pidió que le llevara a su abuela -que estaba confinada- una cesta con dulces y un tarrito gel hidroalcohólico, pero le advirtió que no se acercara a ella, porque había coronavirus, y que le dejara la cestita en la puerta.
(PAUSA)
CAPERUCITA: ¿Qué pasa, narradora? ¡Sigue!
NARRADOR: Hmmm, no sé, es que este cuento está quedando un poco raro…
NARRADOR: Pero además de eso, su mamá le hizo otra advertencia: debía tener cuidado con el lobo feroz que habitaba en el bosque.
CAPERUCITA: ¿Feroz? ¿En serio? ¡Pero si es un triste! Le has dado tanta caña con el cazador ese al final del cuento que ya se me acerca acobardado. ¡Si es él quién se esconde cuando me ve aparecer!
NARRADOR: ¡Pero es que sin lobo feroz, sí que no hay cuento! (SUSURRA) Seguro que a él no le importa.
CAPERUCITA: ¿Que no le importa? Chssst, eh, lobo. Ven aquí, ven.
LOBO: ¡Qué pasa! Si es que le ha ocurrido algo a tu abuela, yo no he sido, ¿eh?
CAPERUCITA: Que no. Que es que estoy aquí discutiendo con la narradora de nuestro cuento.
LOBO: ¿Ah, sí? ¡Pues yo, dimito!
NARRADOR: Un momento, no puedes dimitir. Eres el personaje más importante del cuento.
CAPERUCITA: ¿El más importante? Oye, perdona, pero ¿Cómo se llama el cuento?
NARRADOR: Caperucita Roja
CAPERUCITA: Pues eso. ¡A partir de ahora Antonia Kitty! No se te olvide.
LOBO: ¿Quién es Antonia Kitty?
ABUELITA: ¡Caperucita! Llevo una hora esperándote. ¿Se puede saber qué haces aquí?
NARRADOR: ¡La que faltaba!
LOBO: Buenos días, doña Eustaquia
ABUELITA: ¡Tú, calla! ¡Que me tienes contenta!
CAPERUCITA: Pero, abuelita…
ABUELITA: ¡Si es que si no vengo yo…! Trae pa acá la cesta. Y tú, largo.
LOBO: ¡No quiero! Narradora, quiero que cambien a esta señora, sabe rancia.
ABUELITA: Uyyy, ¿Rancia, yo? ¡Pero cómo te atreves, lobo mugriento! Que me dejas la cama siempre llena de pulgas.
NARRADOR: ¡A ver! Un poco de orden. Uno por uno. ¿Podéis decirme qué es lo que queréis cambiar del cuento?
CAPERUCITA: Yo quiero que en la cesta mi madre meta también patatas fritas y donuts de chocolate. Para el camino…
ABUELA: Yo, que me cambies a este lobo pulgoso por un animal más, no sé, más original.
CAPERUCITA: ¡Un unicornio!
ABUELITA: No te pases
TODOS: (Discuten sobre lo que quieren)
LOBO: El cazador que no lleve escopeta ¡Mejor una espada láser!
CAPERUCITA: Lo de qué boca tan grande tienes y todo eso… me hace parecer tonta. ¿Crees que este lobo se parece a mi abuela en algo, por mucho que se ponga un camisón?
ABUELA: Yo no quiero vivir en una cabaña en el bosque. ¡Me quiero ir a Benidorm!
LOBO: ¡Que me cambien a la abuela por una jovencita que esté más tierna.
TODOS: (Discuten entre ellos de lo anterior).
NARRADOR: ¡Bueno! Ya está bien. O habláis de uno en uno, o acabo con esto.
CAPERUCITA: Amenazas no, ¿eh?
TODOS: (Murmuran, indignados).
NARRADOR: Antonia Kitty iba por el bosque cuando apareció el lobo. ¿A dónde vas Antonia? – preguntó. Ella le dijo que iba a Benidorm, a dejarle a su abuelita una cesta en la puerta. El lobo le propuso echar una carrera hasta Benidorm y a Antonia le pareció muy buena idea. Pero el lobo, que era listísimo, la mandó por el camino largo y llegó mucho antes al bungalow de la playa de la abuelita tenía en la playa. que era una abuela jovencísima. Se la comió, se bañó para quitarse las pulgas, se puso su camisón y se metió en la cama. Cuando Antonia Kitty llegó se dio cuenta enseguida de que esa no era su abuelita y le puso un Whatsapp a un cazador que acudió en su auxilio, abrió la barriga del lobo con una espada láser -que no deja cicatrices- y rescató a la abuelita.
NARRADOR: ¿Así?
(PAUSA)
CAPERUCITA: ¡Vaya birria!
ABUELA: Sí, no te has esforzado mucho, ¿eh?
NARRADOR: Está bien. Vosotros lo habéis querido…
TODOS: (Suplican que no).
NARRACIÓN: Y colorín, colorado, este cuento se ha acabado.
Curiosidades sobre Caperucita Roja
Caperucita Roja es uno de los cuentos clásicos más famosos. Se trata de una historia de tradición oral que se le cuenta a los niños desde tiempos inmemoriales. El escrito más antiguo en el que aparece Caperucita Roja es un poema en latín de hace casi mil años.
El primer autor en recoger el cuento por escrito más parecido a como hoy lo conocemos, fue el escritor francés Perrault, autor de otros cuentos famosos que conocerás, como La bella durmiente, Cenicienta o Pulgarcito. Más tarde, el cuento de Caperucita también sería recogido por los hermanos Grimm. En cualquier caso, se trata de un cuento con moraleja que trata de enseñar a los niños los peligros de confiar en personas desconocidas.
Si lo piensas, Caperucita Roja es un cuento un poco cruel y por eso con el paso de los siglos y según qué autor lo contara, se iba cambiando poco a poco. ¡Pero sea una u otra versión del cuento, lo cierto es que todos los niños lo conocen! A pesar de ser tan famoso, Disney nunca hizo una película sobre Caperucita Roja. ¡Qué curioso!
Caperucita Roja se ha convertido en un personaje muy representativo de los cuentos populares. ¿Sabías que hay varias estatuas de Caperucita en todo el mundo? Puedes encontrarlas en ciudades como Barcelona, Berlín o Buenos Aires. ¡Si estás cerca, puedes visitarlas!
Este cuento de Caperucita Roja diferente no es el único
En Mumablue nos encanta hacer revisiones de los clásicos, reinventar aquellos cuentos que endulzaron nuestra infancia y acercarlos un poquito a los valores de la actualidad. Eso es lo que hemos intentado con “Caperucita Rebelde”, un cuento de Caperucita Roja con un final diferente al original que ha cosechado gran éxito en su versión audiocuento, rozando las 2.000 descargas en tan sólo dos semanas tras su publicación.
Si a tu peque le ha gustado esta historia, seguro que le encantará descubrir que hemos creado nuevos cuentos con Antonia Kitty para el Especial Caperucita Rebelde, una recopilación de capítulos en los que nuestra querida amiga se cuela en el cuento de “Alicia en el país de las Maravillas” o “Cenicienta”. También encontrará un divertido cuento en el que el lobo feroz, cansado de que todo el mundo le tenga manía por se el malo de los cuentos, decide cambiar de empleo. ¡Os vais a tronchar de risa!
Pero esto no es todo, también nos encanta despojar a las princesas de los cuentos clásicos de su tradicional rol de “sufridora a la espera de su príncipe azul”, como se puede observar en nuestro poema-cuento “El sueño de la Bella Durmiente”. Y aún hay más: “El cuento al revés” o “La verdadera historia de Hansel y Grettel” proponen visiones muy diferentes de las historias tradicionales. Puedes encontrar estos cuentos clásicos reinventados y muchos otros en nuestra página de cuentos infantiles para leer.