Sabemos que leer es algo bueno, sobre todo para los más pequeños. Pero, ¿cuáles son los beneficios de la lectura en los niños? Tengo la suerte de no saber qué se siente aborreciendo la lectura. Para mí los libros siempre han sido un instrumento mágico, la puerta a un mundo de fantasía donde todo es posible (ahí tenéis la primera ventaja). Por eso nunca he entendido a la gente que, cuando les hablas de libros, ponen esa de cara de: “Ah, sí, esa ‘cosa’ sobre valorada que me obligaban a leer en el colegio”.
Y yo me digo: algo tendrán los libros que si los prestas, nunca vuelven. ¿Dónde irán a parar todos los libros prestados que nunca regresaron? Creo que hay una especie de cuarta dimensión llena de libros no devueltos, una extraña biblioteca conectada con un agujero negro en la que los libros revolotean y chocan contra paredes vectoriales tratado de reencontrarse con sus dueños, entre lamentos. Mayor que la ansiedad que te produce la certeza de que nunca volverás a ver un libro prestado es la que, como madres, experimentamos ante la idea de que nuestro hijo repudie la lectura. Sobre todo aquellas que, como yo, somos amantes de la literatura y conocedoras de las infinitas ventajas de mantener un hábito de lectura saludable (no como don Quijote, que ese se volvió loco y tampoco es plan).
La que también debe de leer muchísimo es mi amiga Vicky, “La Wiki”, para los amigos. La llamamos así porque sabe muchísimo de cualquier cosa que le preguntes. ¡Tanta sabiduría de súper mamá no puede sino venir de los libros! O, bueno, tal vez lo aprenda en redes sociales… Es igual, el caso es que el otro día, mientras esperábamos a que salieran los niños del colegio, me empezó a contar que su hijo, con cinco años, ya leía a Delibes; yo la escuchaba, ojiplática, y cuando me quise dar cuenta, me estaba hablando de los beneficios de la lectura en los niños con una profundidad de psicólogo. He de reconocer que, una vez salí de mi estupor me resultó muy interesante, así que he querido compartirlo con vosotros.
Beneficios de la lectura en los niños
- Capítulo uno: Evasión creativa y experiencia placentera. Los beneficios de la lectura en niños no empiezan cuando el niño aprende a leer, sino en el mismo momento en que que aprende a hablar. Los propios relatos son instrumentos que hacen soñar a los niños, les producen sensaciones placenteras y les permiten viajar con la imaginación, transportándolos a mundos mágicos y posibilitando que se identifiquen con los protagonistas. Fantasía e ilusión están muy relacionadas con la lectura o escucha de un relato y su cultivo es uno de los mayores beneficios de la lectura en los niños.
- Capítulo dos: Habilidades lingüísticas y ortográficas. Esto tiene mucho que ver también con la primera etapa, aunque aún no sepan leer. La riqueza de vocabulario, el entendimiento prematuro de determinadas construcciones sintácticas y gramaticales o la asimilación ortográfica harán que nuestros hijos desarrollen antes su conocimiento del entorno.
- Capítulo tres: Estimulación cognitiva. La lectura ejercita el cerebro, está demostrado. Se trata de una tarea compleja, no es como sentarse a ver la tele en modo pasivo. Leer requiere comprender, convertir la grafía en conceptos y en imágenes… El cerebro tiene que poner en marcha una serie de mecanismos que pasan por el estímulo de la comprensión y la memoria, algo que a edades tempranas es crucial en la formación intelectual, que sentará unas bases de por vida.
- Capítulo cuatro: Ayuda al rendimiento escolar. Si un niño tiene riqueza léxica es capaz de comprender mejor el entorno y si aprende a concentrase mediante la lectura como entretenimiento, tendrá unas capacidades que le harán enfrentarse mejor a las enseñanzas que recibe en el cole. Además, la practica de la lectura mecánica y comprensiva les ayudará mucho a la hora de asimilar conceptos en el colegio, y leyendo incrementan su capacidad de concentración. Todo esto tiene una repercusión muy directa en su rendimiento escolar: un niño que lee, y lee bien, estudia mejor y, por lo tanto, obtiene mejores resultados académicos.
- Capítulo cinco: Proporciona conocimiento del entorno. A través de la lectura los niños se familiarizan con aspectos de su realidad diaria muy diferentes y, es más, con REALIDADES muy diferentes. La lectura también favorece el desarrollo de la empatía, al hacer que los niños se identifiquen con personajes de muy diverso estado circunstancial y emocional. Así, los libros enseñan aspectos sobre el mundo que no estarían a su alcance de otra manera.
- Capítulo seis: Despierta la curiosidad. A medida que el niño se enfrenta a entornos ajenos y realidades alejadas de la suya, surgen preguntas, empieza a cuestionarse cosas y, además, pone en marcha su capacidad deductiva para poder darles respuesta. Las inquietudes son muy buenas. Dicen que la curiosidad mató al gato, sí. Pero murió sabiendo. En este sentido, los cuentos personalizados de Mumablue van mucho más allá, ya que convierten al niño en el protagonista del relato, colocándolo en situaciones que favorecen el aprendizaje de valores y el conocimiento del mundo.
- Epílogo: Mola mazo. No todo va a venir de “Amiwiki”. Yo también tengo algo que decir y es, quizá, el argumento más convincente. Quienes seáis acérrimas lectoras, sabréis a qué me refiero: leer les hace felices, como el chocolate. Las que no, intentad imaginar que esto es como lo del caviar iraní: que quien lo prueba, lo flipa (o eso dicen). ¡Ah! Y estoy muy de acuerdo con eso de que gracias a los libros podemos conocer aspectos del entorno que no están a nuestro alcance, también nos pasa a los adultos: sólo hay que pensar en el éxito de “50 Sombras de Grey” 😉
En definitiva, los beneficios de la lectura en los niños son muchos, y todos acaban en lo mismo: nunca he visto a un niño tonto detrás de un libro, porque los niños listos pillan rápidamente todo lo que la lectura les aporta. La lectura nos hace más inteligentes, excepto en un aspecto: cuando alguien nos pide prestado un libro siempre creemos que nos lo devolverá. Ahí pegamos un bajón intelectual sobre el que aún faltan estudios. ¿Qué canallas esos amigos que nunca nos devolvieron libros prestados, ¿verdad? Pues piensa por un momento; trata de visualizar tu librería… ¿Cuántos reconoces como ajenos? Hay varios, ¿no? ¡Pues devuélvelos! (Si han pasado más de 10 años, está prescrito).
Soy madre, pero como hago pesas con libros siempre estoy estupenda por dentro (lo de fuera es sólo envoltorio). Y punto.
¿Te interesa este contenido pero prefieres dejarte la vista leyendo a Dostoievski? Pues escucha este contenido en el podcast que encontrarás al principio de esta página. Y si quieres fomentar en tus hijos el hábito de la lectura desde edades tempranas, regálales un cuento en el que sean los auténticos protagonistas, como los cuentos de Mumablue.